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jueves, 14 de agosto de 2014

JABÓN LÍQUIDO PARA MANOS 

No se sabe exactamente ni cuándo ni dónde se hizo el primer jabón. Según la leyenda romana el jabón fue descubierto por el agua de la lluvia con que se lavaba debajo de los lados del monte Sapo, junto al río Tíber. La grasa de los numerosos sacrificios animales se mezcló con las cenizas de madera de los fuegos ceremoniales, y los esclavos notaron sus propiedades para limpiar, primero sus manos y luego las prendas de vestir.                                                                                   
Se cree que el jabón se inventó hace unos tres mil años. Se han encontrado en la Mesopotamia tablillas de arcilla sumerias que mencionan la mezcla que se obtenía de hervir aceites con potasio, resinas y sal y sobre su uso medicinal.                                                                                                    
Los fenicios lo fabricaban con aceite de oliva y soda cáustica (o carbonato de sodio) obtenida a partir de las cenizas de la combustión de plantas halófitos (plantas que viven en las salinas) como la salicornia o la sal sola.                                                                                                                        
Recetas parecidas se seguirían utilizando en Siria. El jabón sirio, procedente de la ciudad de Alepo, antiguo territorio fenicio, se sigue fabricando hoy día con el mismo método tradicional y con aceite de oliva y aceite de laurel.                                                                                                      
La industria del jabón prosperó en las ciudades costeras del Mediterráneo, como Epaña e Italia, favorecidas por la abundante presencia del aceite de oliva. Destaca en el siglo XV la aparición del jabón de Marsella, preparado con una mezcla de grasas vegetales.                                                       
Y así se ha evolucionado con el paso de los siglos y años, esto se ve reflejado en la actualidad con la variedad de jabones que  existen con sus diversos usos, entre esos tenemos el jabón líquido para manos a continuación daremos a conocer su origen:                                                                            
Eso es precisamente lo que más preocupaba a Robert Taylor cuando inventó el jabón líquido para lavarse las manos. Estaba tan convencido de que su producto iba a ser un éxito que temía que otras compañías más grandes le copiaran la idea y fueran más rápidas al responder a la demanda del mercado.                                                                                                                                              
Taylor falleció el pasado 29 de agosto, a los 77 años de edad. El jabón en bote, que él denominó SoftSoap, es ahora un producto de higiene de masas. Con su dispensador dijo adiós a la pastilla y revolucionó la manera en la que la gente se lava las manos en todo el mundo. Pero para que la competencia no se hiciera con el negocio, el empresario tuvo que apostar fuerte.                              
Lo que hizo para proteger su invención es de libro, hasta el punto de que la revista Inc. Magazine consideró recientemente su acción como una de las más astutas en la historia empresarial de EE UU: acudió a los únicos dos manufactureros que podía producir su flamante invención y les encargó dispensadores suficientes para tenerlos ocupados durante todo un año.                               
Eso le dio tiempo para dar a conocer la marca y establecerse en el mercado, antes de que empresas más grandes procedieran a dar un bocado a la tarta. En seis meses vendió mercancía por valor de 25 millones de dólares, con lo que dobló la inversión inicial. El SoftSoap fue uno entre la docena de negocios que creó. También son suyas las fragancias Obsession y Eternity, de Calvin Klein.      
El ingenioso empresario, formado por la Universidad de Stanford, empezó en el mundo de los negocios ya de niño, aunque fue el jabón embotellado el que le lanzó a lo más alto. Trabajó como vendedor del conglomerado de productos de salud e higiene Johnson & Johnson tras graduarse. Su primera compañía fue de marketing. Y desde ahí, fue construyendo éxito sobre éxito.                  
SoftSoap, como otras de sus empresas, acabó siendo vendida a Colgate-Palmolive en 1987. Dos años después haría lo mismo con las dos fragancias de Calvin Klein, que pasaron a propiedad de Unilever. El dinero que recaudó con esas dos operaciones volvió a invertirlo en nuevas empresas, que le convirtieron en uno de los grandes titanes de la industria de la higiene personal.

clases de jabón líquido
  • Jabón anti-bacteriano con espuma para manos.
  • Jabón líquido anti-bacteriano para manos.
  • Sanitizador de manos con base de alcohol.
  • Sanitizador con espuma para manos.
             Ventajas 
el jabón líquido es más higiénico, debido a que el usuario tiene contacto solo con la dosis que ocupa y las siguientes siempre serán nuevas. 

• En contraste con los de barra, donde varios usuarios tienen contacto con ella y esto puede provocar una cadena de transmisión de bacterias. 

• Por eso la Secretada de Salud exige que en lugares públicos haya jabones líquidos.

• Además el jabón liquido es más limpio, por que no ensucia las superficies donde se ubica y los de barras si.
Generalmente los jabones en barra requieren en su formula un porcentaje mínimo de sosa caustica, para conseguir su consistencia de pasta y evitar que se arrancie el sebo con el que se fabrica, lo cual causa un desgaste de la grasa natural de la piel, provocando la resequedad.

• Los ingredientes del jabón líquido tienden a ser más suaves para la piel (si bien igual de efectivos limpiando) y con una espuma más ligera, lo cual hace que el enjuague sea mejor y no se queden residuos en la piel, a diferencia de la barra, donde la espuma llega a ser un poco más densa.





1 comentario:

  1. Pilas con el diseño del lo que se publica , debe ser llamativo para atraer al lector , buen trabajo y puntual

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